Antiguamente, debido a que era muy costosa la impresión de libros, y más aún los que tenían ilustraciones, no había muchos y los pocos que había solo estaban al alcance de familias adineradas.
A finales del siglo XIX aparece la primera persona preocupada por la literatura infantil, el editor Saturdino Calleja (incluida biografía en el blog), que observa que no se estaba aprovechando el mercado de la literatura infantil. La suya fue por tanto la primera editorial dedicada a este ámbito, “Saturnino Calleja e hijos”, la cual crea una nueva forma de hacer literatura, que consistía en hacer libros cuyo formato era mínimo (letra pequeña, baja calidad del papel y peor portada) y que reducía bastante el coste y salían cada semana en los puntos de venta de prensa. Todo esto tenía la finalidad de captar a los niños de clase media como futuros lectores.
Los cuentos de Calleja tenían un fin pedagógico-didáctico y la intención secundaria era que el niño se entretenga. Al final, solía haber una breve biografía de un personaje ilustre y un pasatiempo.
Los personajes de este tipo de literatura son siempre planos, carecen de psicología. Solo se definen principalmente por dos características como: buena y guapa.
Había dos tipos de cuentos:
- Los didácticos ambientados en tiempos reales con personajes con los que los niños podrían en un principio identificarse pero en el fondo no podía ser así ya que se trataba de personajes planos
- Cuentos con apariencia folclórica, que estaban ambientados en tiempos remotos y fantasiosos.
Más adelante salieron otros libros de otras editoriales con un formato más grande y con papel malo que siguieron los pasos de Calleja, como “Molino” y “Bruguera”.
Otro autor que pertenece a los comienzos de la literatura infantil fue Salvador Bartolozzi, cuyas obras fundamentales son “Pipo y Pipa” y “Pinocho y Chapete”. Estas obras son importantes porque significan el primer acercamiento a la literatura infantil, los personajes infantiles que aparecen son héroes y los niños querían imitarles y ser como ellos. Se acercan más a la psicología infantil que los cuentos de Calleja.
Sin embargo es la autora Elena Fortún, quien crea el primer personaje real de la literatura infantil, que tiene psicología y va creciendo a los largo del tiempo, se trata de “Celia” una niña muy conocida por muchos de nosotros. Pues bien, Celia como hemos dicho anteriormente, era una niña que iba creciendo a la vez que los lectores que la seguían.
El primer libro se editó en 1928.
En esta época (años 40-60) también florece la radio, los seriales radiofónicos. El más famoso fue “Amarrosa”. Algunos se convirtieron en libros (“La Tomasica” o “Antoñita la fantástica”)
En los años 50 se editó el primer libro totalmente ilustrado a todo color, “Mari Pepa” que no era un álbum ilustrado, estaba más pensado para el sexo femenino, pero también lo leían chicos porque contaban historias de los hermanos de Mari Pepa.
En los 70 se fabrican los primeros libros troquelados, se convocan premios de literatura infantil, surgen editoriales como SM, empiezan a salir libros en los que los niños reivindican su papel de niños en la sociedad, ya que eran considerados como pequeños adultos. Un ejemplo es “Oliver Button”.
A partir de los 90, el mercado editorial sufre un gran cambio y se empiezan a editar libros cuidados para niños.
Desde aquel momento, se empiezan a hacer libros para todas las edades y se considera a los niños de 0 a 6 años como lectores potenciales.
El primer libro para niños prelectores fue “La historia de Babar”, siendo únicamente una obra ilustrada.
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